domingo, 23 de agosto de 2015

Barotrauma de oidos, Senos paranasales, empastes dentales y equipo auxiliar de natacion

BAROTRAUMA DEL OÍDO

Dolor de oído relacionado con la presión es una molestia y posible daño en el oído debido a las diferencias de presión entre la parte interna y la parte externa del tímpano.



SÍNTOMAS DEL BAROTRAUMA DEL OÍDO
  • ·         Mareo
  • ·         Dolor o molestia en el oído en uno o ambos lados
  • ·         Hipoacusia (leve)
  • ·         Sensación de congestión o taponamiento en los oídos
  • ·         Si la enfermedad es grave o prolongada se puede presentar:
  • ·         Dolor de oído
  • ·         Sensación de presión en los oídos (como se si estuviera debajo del agua)
  • ·         Hipoacusia que fluctúa entre moderada y grave
  • ·         Hemorragia nasal


CAUSAS DEL BAROTRAUMA DEL OÍDO

La presión del aire en el oído medio generalmente es igual a la presión del aire fuera del cuerpo. La trompa de Eustasquio es una conexión entre el oído medio, la parte posterior de la nariz y la parte superior de la garganta.
La deglución o el bostezo abre la trompa de Eustaquio y permite que el aire entre y salga del oído medio, manteniendo la presión del aire en ambos lados del tímpano igual. Si la trompa de Eustaquio se obstruye, se presenta una diferencia entre la presión del aire en el oído medio y la presión del aire al exterior del tímpano, lo cual causa barotrauma.
Muchas personas experimentan barotrauma en algún momento. Esto ocurre comúnmente con los cambios de altitud, como al viajar en avión, practicar buceo con escafandra o conducir en las montañas. El barotrauma es más probable que se presente cuando existe congestión nasal provocada por alergias, resfriados o infección de las vías respiratorias altas.
La obstrucción de la trompa de Eustaquio podría también estar presente al nacer (congénita) o se puede presentar debido a la inflamación en la garganta.


PRUEBAS Y EXÁMENES DEL BAROTRAUMA DEL OÍDO

Durante una inspección del oído, el médico puede observar un leve abultamiento del tímpano hacia afuera o una retracción hacia adentro. Si la afección es severa, puede haber sangrado detrás del tímpano.
Es posible que sea difícil diferenciar el barotrauma severo de una infección en el oído.




EL TRATAMIENTO DEL BAROTRAUMA DEL OÍDO

Para aliviar el dolor y la molestia en el oído, primero trate de abrir la trompa de Eustaquio y aliviar la presión.
Mastique goma de mascar
Inhale y luego exhale suavemente mientras mantiene cerradas las fosas nasales y la boca
Chupe una golosina
Bostece
Al viajar en avión, no duerma durante el descenso y abra frecuentemente la trompa de Eustaquio aplicando las medidas mencionadas. Permita que los bebés y los niños se alimenten o beban algo durante el descenso.
Los buzos deben descender y ascender lentamente. Practicar el buceo es peligroso en presencia de infecciones respiratorias o de alergias, dado que el barotrauma puede ser grave.
Es probable que sea necesaria la intervención médica si a pesar de los intentos de cuidados personales por aliviar el problema no se logra calmar el malestar en unas pocas horas o si el barotrauma es grave.
Los medicamentos recomendados pueden ser, entre otros:
Antihistamínicos 
Descongestionantes orales o en aerosol nasal
Esteroides
Estos medicamentos pueden aliviar la congestión nasal y permitir que se destape la trompa de Eustaquio. Los antibióticos pueden prevenir la infección en el oído si el barotrauma es grave.
La cirugía puede ser necesaria si no se logra destapar la trompa de Eustaquio con otros tratamientos. Se hace una incisión quirúrgica en el tímpano para permitir que la presión se iguale y que el líquido drene (miringotomía). Sin embargo, dicha cirugía casi nunca es necesaria.



Si uno tiene que hacer cambios de altitud frecuentes o es susceptible al barotrauma, se puede hacer colocar tubos en el tímpano de manera quirúrgica.


SENOS PARANASALES


Las cavidades paranasales son prolongaciones de la cavidad nasal hacia los huesos vecinos del cráneo. Son cavidades pares existiendo una gran variabilidad entre un individuo y otro e incluso dentro de un mismo sujeto. Pudiendo existir ausencias (agenesia) o menor desarrollo (hipoplasia).
Los senos paranasales son maxilares, etmoidales anterior y posterior, frontal y esfenoidal.

1. Seno maxilar
Está presente desde el 4º mes de vida intrauterina, como un pequeño divertículo que nace del etmoides anterior. Continúa su desarrollo a través de los primeros años de vida para alcanzar el nivel del piso de la fosa nasal alrededor de los 7 a 8 años y crece hasta la edad adulta. Es difícil su evaluación en la radiografía simple antes de los tres años.
El ostium de drenaje del seno maxilar se encuentra en la parte superior de la pared medial y se abre a la nariz a través del infundíbulo a nivel del meato medio. En la pared medial también se puede encontrar un pequeño orificio de drenaje llamado ostium accesorio.
La pared superior del seno forma el piso de la órbita y se relaciona con el saco lagrimal. La pared anterior es la parte facial y contiene al nervio orbitario inferior. La pared posterior se relaciona con la fosa pterigopalatina y su contenido (arteria maxilar interna, ganglio pterigopalatino, ramas del nervio trigémino(V) y sistema autonómico). Finalmente, el piso del seno maxilar se relaciona con los alvéolos dentarios del segundo premolar y primer molar.

2. Seno frontal:
Es posible identificarlo como unidad anatómica a partir de los 2 años de edad, y es radiológicamente visible desde los 6 a 8 años. Su volumen promedio es de 4 a 7 ml., aunque a menudo existen diferencias considerables en el tamaño entre cavidad derecha e izquierda en una misma persona, pudiendo incluso estar ausente en forma uni o bilateral.
Está comunicado con la cavidad nasal a través del receso nasofrontal que se abre en la nariz bajo la cabeza del cornete medio.
Su pared anterior forma la parte inferior de la frente. La pared posterior está en contacto con las meninges y el lóbulo frontal. Y la pared inferior forma parte del techo de la órbita.

3. Laberinto etmoidal:
Corresponde a un conjunto de varias celdillas con contenido aéreo. Embriológicamente aparece a partir del 5º mes de vida intrauterina. Al nacimiento se encuentra desarrollado y mide entre 2 y 5 mm de diámetro. Continúa su crecimiento durante los primeros años de vida.
Anatómicamente se divide en etmoides anterior formado por aquellas celdillas que desembocan en el meato medio, y etmoides posterior por aquellas que desembocan en el meato superior. Todas las celdillas de un lado están comunicadas entre sí.
Superiormente se relaciona con la base de cráneo, lateralmente está separado de la órbita por la lámina papirácea, posteriormente está en contacto con el seno esfenoidal y medialmente con los cornetes superior y medio.

4. Seno esfenoidal:
Es el más posterior de los senos, se origina del etmoides posterior e invade el hueso esfenoidal a los 3 a 4 años. Termina su crecimiento en la adolescencia.
Su capacidad es variable y puede estar ausente en un 3 a 5 % de la población. Su ostium de drenaje se encuentra en la pared anterior del cuerpo del hueso esfenoidal hacia medial.
Su pared superior está en contacto con la fosa craneal anterior y media en estrecha relación con el quiasma óptico y el foramen óptico. La pared lateral está en contacto con el seno cavernoso, la arteria carótida interna, los nervios craneales II, III, IV, V y VI. El piso se relaciona con el techo de la nasofaringe y la coana.
EMPASTES DENTALES
El empaste dental es un procedimiento odontológico para la eliminación de una caries. En primer lugar se limpia la cavidad causada por la caries y se realiza un grabado sobre el esmalte y se aplica un adhesivo que servirá para sustentar el material de relleno. Éste se coloca por capas y se endurece mediante la aplicación de una luz halógena. El material de relleno se irá moldeando con el fin de devolver al diente su forma original y, de este modo, recuperar su funcionalidad. El proceso finaliza puliendo el empaste dental para darle brillo.
Es posible que tras la realización del empaste el paciente sienta una gran sensibilidad a los alimentos muy calientes o muy fríos. Aunque se puede aplicar algún tipo de barniz para evitarlo, en el caso de que el problema persista será necesario retirar el empaste y realizar uno nuevo.
Las indicaciones del empaste dental abarcan desde la oclusión de pequeñas caries hasta la reconstrucción de dientes muy dañados. Eso hace que en ocasiones sea necesario un empaste dental provisional con materiales plásticos hasta realizar el definitivo. El empaste dental únicamente está contraindicado únicamente con daño en los dientes frontales causado por el desgaste característico del bruxismo.


Existen distintos tipos de empaste dental, en función de los materiales de relleno utilizados:
·         Metales: la amalgama de plata, el oro y el cobre son los mas frecuentes. Son los de mayor durabilidad (hasta 30 años), pero tienen el inconveniente de su poco valor estético, ya que destacan mucho sobre el color natural de los dientes. Hasta no hace mucho también se utilizaba mercurio, pero en muchos países se ha eliminado a causa de su toxicidad.

      
·         Resina: permiten recuperar la apariencia original del diente, incluso en su color. Los materiales que se utilizan en la actualidad son cerámica y materiales plásticos (composite). La desventaja es que pese a su logro estético, la duración del empaste dental es menor: un máximo de 10 años. Son los que se utilizan habitualmente en los dientes frontales. Estos materiales también se utilizan para enmascarar defectos de los dientes (diferencias de tamaño, separación, etc.) y las alteraciones de color.
Conviene señalar finalmente que, aunque la duración media de un empaste dental es de diez años, ésta dependerá en gran medida de los hábitos del paciente. De ahí la conveniencia de someterse a una revisión anual, de modo que cuando se aprecie el deterioro del mismo, se sientan molestias o se haya oscurecido, habrá que plantear su sustitución.

                   
Equipo auxiliar de natación

Suelen estar fabricados en espuma suave y dependiendo de su fabricante adoptarán distinta formas. En la imagen se muestran los más comunes.

En este artículo se muestra el material de seguridad para prevenir posibles accidentes y como ayuda en los primeros contactos con el agua.

Manguitos o brazaletes:


Los materias para su construcción son muy variables, y van desde los de plástico inflables hasta los de espuma.
Son los flotadores más idóneos para niños a partir de 3 años en su fase de iniciación, sobre todo si tienen miedo al agua. Con ellos aprenderá a familiarizarse e iniciar sus primeros desplazamientos en el agua.
Sin embargo, como ocurre con todo tipo de material flotador, se corre el riesgo de que, una vez acostumbrados, no quieran prescindir de ellos, pues con ellos apenas hay que realizar esfuerzos para mantenerse y sin ellos hay trabajar.
A pesar de su utilidad, los manguitos limitan el movimiento de los brazos y favorecen una posición incorrecta.

Chalecos:


En principio están diseñados para niños con edades comprendidas entre 6 meses y 2 años, aunque existen modelos de chalecos para adultos.
En la imagen, se observa un chaleco y un bañador con flotadores. Ambos ofrecen rellenos inflables que permiten ajustar el nivel de flotación a medida que mejoran las habilidades del niño.

Cinturón flotador:


El primero (izquierda) se utiliza, por lo general, en sesiones de aquagym. Es flexible para adaptarse al contorno de la cintura; proporciona estabilidad en determinados ejercicios.
El segundo (derecha) se coloca en la cintura o en el pecho para adoptar una posición prona si los flotadores van en la espalda y una posición supina si se colocan en la barriga o el pecho. Su uso más generalizado en niños progresan favorablemente en el agua, con la posibilidad de Tienen la posibilidad de ir eliminado módulos.

Flotador clásico:


Puede ser un formato válido para que el niño entre en contacto con el agua por primera vez, sin embargo, no son muy aconsejables, por la posibilidad de volcar con ellos puestos y que el niño no sepa salir de él.

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